Los Patrones de Ica

viernes, octubre 28, 2005

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martes, octubre 25, 2005

Imagenes Protectoras de La Ciudad de Ica

Aqui mostraremos dos de las principales imagenes protectoras de la ciudad de Ica

Historia del Señor de Luren de Ica.

Allá por el siglo XVI, un caballero inglés de apellido Smith compró del genial escultor Miguel Angel un Cristo Crucificado para ser llevado a Londres. A los pocos años, este caballero fallece, quedando la imagen en poder de uno de sus hijos, quien la coloca en la capilla de esta real familia.
A mediados del siglo XVI, estalló en Inglaterra un enfrentamiento entre Protestantes y Católicos, en el cual los primeros arrasaban casas y capillas destruyendo a su paso imágenes de Santos que encontraban y fue así como Lord Smith ordeno ocultar el Cristo, en el sótano para salvarlos de caer en las manos de los Protestantes, permaneciendo en dicho lugar por espacio de diez años, en que decidió enviarlo a América y llega al Perú, hacia donde traía un conjunto de imágenes para el convento de los padres Franciscanos, debiendo desembarcarlos en el puerto del Callao. Esto sucedía por los años 1568. Cuando el barco estaba próximo a llegar al puerto de destino, se desató una tormenta que casi hizo hundir la embarcación. La tripulación alarmada por orden del Capitán del barco, arrojó todos los bultos pesados para evitar la tragedia y entre ellos la caja que contenía a Cristo crucificado, que años mas tarde sería el Señor de Luren, de Ica.
Al calmarse la tormenta y luego de salido el sol, unos pescadores divisaron los bultos, que eran arrastrados por la corriente, que fueron rescatados y al ver que eran destinados al convento de San Francisco en Lima, los hicieron llegar a los padres Descalzos por intermedio de las autoridades aduaneras. Los padres del convento poco interés le tomaron y depositaron los bultos en el almacén del Convento. Esto ocurrió en el año 1568.
Dos años, en Ica (Villa de Valverde), la congregación Franciscana que estaba a cargo del Padre Fray Francisco de Madrigal, quien enterado del percance ocurrido en el Callao y que las imágenes se encontraban prácticamente abandonadas en el convento de San Francisco de Lima y careciendo de imágenes el templo de los Descalzos de Ica, decidió viajar a Lima, a comprar algunas de ellas y del almacén escogió el Padre Fray Francisco de Madrigal, las cajas medio deterioradas sin ver su contenido. Impulsado por un acto divino y entre las cuales están las cajas que contenían al Cristo, la Virgen y San Juan, conduciéndolas hasta el Callao, para de allí embarcarlas rumbo a Pisco, desde donde fueron encargadas al arriero apellidado Buleje, para llevarlas a Ica, al convento de San Francisco.
En el largo trayecto el arriero se detuvo a mitad del camino para descargar y dar de comer agua a la bestias, vencido por el cansancio se quedó dormido y cuando despertó se dió con la sorpresa que una de las mulas había desaparecido con su valiosa carga, Vanos resultaron los esfuerzos de buscarla, el animal había continuado hasta detenerse en un bosque denominado RODAMONTE, para ponerse a pastar. Varios vecinos del lugar al darse cuenta de la mula y su carga, pensaron que se había perdido y se acercaron para llevarla a las autoridades de Villa de Valverde, pero el animal no quiso moverse del lugar, parecía que estaba clavado en el suelo, poco a poco fueron acercándose los pobladores vecinos que avisaron de este hecho a los Padres Franciscanos, quienes también se constituyeron al lugar y ante la imposibilidad de mover a la mula decidieron bajar la carga y destapar la caja y ver su contenido; cayeron de rodillas al suelo la bendita mañana del día 25 de febrero de 1570. Interpretando el mensaje divino de que la efigie deseaba quedarse en dicho lugar ubicado en la parte sur del valle de Ica (Lurin Ica), como se le denominaba, y que con el tiempo esa palabra fue deformada por el nombre de Luren, Edificando los pobladores una capilla la que más tarde sería el Templo de Luren, casa de oración del Santo Patrón de Ica, donde se encuentra su altar en una Cruz de Mármol

Historia de La Virgen del Rosario de Yauca de Ica.

A comienzos del siglo XVIII, en la inmensa y desolada pampa de Yauca, que se extiende al sureste de la ciudad de Ica, fue encontrada escondida entre matorrales por los lugareños una pequeña escultura de Nuestra Señora del Rosario, con el Niño Jesús y un rosario nacarado en sus manos. Se presume que la imagen, de aproximadamente 60 cms. de altura, fue abandonada por arrieros que al bajar de la serranía ayacuchana se perdieron en medio del desierto iqueño. Según los testigos presenciales, que suscribieron un acta con los hechos que hemos narrado, el acontecimiento ocurrió el 3 de octubre de 1701. Gracias al documento sus nombres no quedaron en el olvido; fueron ellos Nicolás Ortega, Diego Gutiérrez y Francisco Córdova.Pensaron entonces en trasladarla a Ica, pero al intentar levantarla no lo consiguieron. Interpretaron el hecho como un deseo de la Madre de Dios de permanecer en aquellos descampados. Con la ayuda de Calixto Muñoz le edificaron una sencilla capilla en las inmediaciones; y fue sólo después de una plegaria suya que la imagen se dejó conducir suavemente a su nueva morada, ante el asombro de toda la concurrencia. La noticia corrió por valles y montañas, y desde entonces la Virgen de Yauca es venerada por sus hijos iqueños, que la hicieron su Patrona, y especialmente en el mes de octubre le tributan filial y cálida devoción.Una advocación mariana tres veces secularA lo largo de tres siglos la Reina y Señora de Ica ha obrado maravillosas curaciones, tanto en el cuerpo como sobre todo en el alma de aquellos que con fe viva a Ella acuden. Gran propagador de su devoción fue el Siervo de Dios Fray José Ramón Rojas de Jesús María (1775-1839), más conocido como el Padre Guatemala, quien desde 1835 hasta su muerte fue asiduo peregrino a Yauca, cubriendo la distancia a pie dos o tres veces por semana.El imponente Santuario que hoy cobija a Nuestra Señora de Yauca se debe al esfuerzo y piedad de Mons. Francisco Rubén Berroa y Bernedo, primer obispo de Ica, y al entusiasmo y la generosidad de miles de devotos que contribuyeron con las limosnas necesarias para su edificación. Iniciados los trabajos en diciembre de 1947, se terminó de construir en febrero de 1951. En su interior se guarda también una réplica de la imagen conocida como la peoncita, pues es la encargada de recoger las ofrendas de los fieles. La Virgen del Rosario de Yauca fue coronada canónicamente en agosto de 1988 durante el Primer Congreso Eucarístico Mariano, recibiendo la Corona de Oro de manos del Cardenal Legado, Mons. Juan Landázuri Ricketts.Una semana antes de su fiesta, que se celebra el primer domingo de octubre, tiene lugar el tradicional barrido. Esta costumbre, que viene de antaño, surgió de la necesidad de mantener limpio el templo y sus alrededores para las celebraciones, y es realizado por voluntarios que retribuyen de esa manera a la Virgen del Rosario los favores recibidos. A modo penitencial, aún hoy en día, muchos peregrinos recorren a pie, generalmente en grupos, los 30 Km. que separan a la ciudad de Ica del Santuario. Los más piadosos recitando los misterios del Santo Rosario, así como diversas letanías y entonando cánticos.